lunes, 14 de junio de 2010

setentista

no sé cuánto tiempo tenga para escribir esto, pero es necesario que lo haga. vienen por mi, estoy seguro. me apuro a destruir todo lo que me conecte con el resto, cartas, direcciones, teléfonos, nombres, fotos, todo debe desaparecer. es la única forma de salvarlos de lo que me espera, ellos tendrán su chance, ya es muy tarde para mi. escucho las pisadas apuradas subiendo las escaleras, son muchos y en cuestión de minutos van a llegar hasta el último departamento del último piso y a golpear hasta romper la cerradura. están tumbando cada puerta del edificio, lo siento vibrar en las paredes. entre los gritos de mis vecinos distingo sus voces repitiendo mi nombre. están cerca, no queda tiempo pero no puedo irme, no sin antes quemar hasta el último papel, excepto este en el que escribo lo que debo escribir, antes que sea demasiado tarde. están armados y me quieren sólo a mi, pero no les interesa acabar con vidas inocentes si les estorban. están en el piso de abajo, no tiene sentido escapar, veo por la ventana y están esperandome en esos autos, tienen la calle vigilada pero igualmente es muy alto para saltar. ya están acá, agitando los puños con violencia contra la puerta que es un nido de astillas a punto de ceder. ya no existe escondite que me salve, en cuanto entren van a llevarme y este pedazo de papel será la única evidencia de mi paso por esta vida. entre las maderas los veo, salvajes con uniforme preparados para envolverme con una capucha porque no pueden, no se atreven a mirarme a los ojos, porque yo no necesito como ellos ampararme en ninguna fuerza armada porque mi libertad no me la van a quitar llevandome preso, porque la única y verdadera cárcel es una conciencia contaminada con sangre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

aleteos