¿Por qué? No sé. Es lo que me sale. Al fin y al cabo todos pensamos, algunos simplemente lo hacemos con palabras tan sórdidas y tan irreales como éstas, compuestas por millones de píxeles brillando en una pantalla. Y muchos pensarán que uno es un idealista, que escribe creyendo que va a cambiar el mundo. Y a lo mejor a alguno le vienen bien un par de millones de píxeles que se le escapan a esta cabeza...
viernes, 11 de junio de 2010
subterranean homesick blues
él sale de la facultad y espera en la esquina a que cambie el semáforo y piensa en ella.
ella se prepara para irse a dormir, apoya la cabeza en la almohada y se acuerda del perfume de él.
él le pide al kioskero un alfajor de chocolate y un atado de puchos, y se acuerda que ella no lo dejaba fumar.
ella se toma un café en el break de media mañana mientras juega con el anillo que él le regaló.
él se baja del colectivo y cree verla saliendo de una confitería, pero sabe que no es.
ella sale de su casa para el trabajo y planea ir a visitarlo más tarde pero se acuerda que no puede.
él mira el celular y ve su foto. ella piensa en llamarlo.
él piensa en atravesar todo el océano para escuchar su risa. ella desea nunca haberse subido a ese avión.
ella se para frente a una vidriera, él camina hacia su casa y se detiene frente a un negocio. él se ríe y ella al otro lado del mundo se ríe también.
él para ella y ella para él.
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